miércoles, 9 de enero de 2013

ACA ESTOY !!!

   Ni bien despuntó la aurora , Susana abandonó su lecho de sedas y puntillas para acercarse sigilosamente al dormitorio vestido de rosa, con moños y tules.Con montañas de peluches prestos al abrazo.El corazón se le encogió y una punzada de dolor la atravesó.Hasta allí la siguió un rayo de sol impertinente, trazando tulipanes amarillos en el aire, las flores predilectas de su pequeña de cuatro añitos, que esta mañana no amaneció en su cama.
   El extrañamiento es difícil de soportar. Buscaba a su niña con desespero, necesitaba el contacto de su piel tibia y los abrazos de miel.
   Sofía era pequeña, menudita, tenía unos enormes ojos grises, mezcla de nieve y montaña,y una mata enrulada incendiando su cabecita.
   ¡Ay, mi pelirrojita adorada ...! gimió la mujer doblándose de dolor.Sintió mucha culpa por haberla dejado ir, pero contra las órdenes judiciales no se puede ... a veces. Se acurrucó en la camita principesca y abrazó con fuerza una muñeca de patas largas. Olía a su niña.
   Recordó el día que la trajeron a la casa, un año atrás, con promesas de una guarda definitiva.Estaba en cuclillas, repasando figuritas de unos álbumes infantiles. La habitación olía a esencia de rosas, un olor que bordaba las cortinas de crochet en color tiza, con arabescos exóticos. Cerca, la chimenea encendida y las llamas jugando con luces y sombras.
   Si la felicidad tiene un nombre, es el de esa tarde de frío - pensó Susana.
   Empeñó su vida  y todas sus energías en la tarea de entrar al corazoncito malherido, valiéndose de caricias, de besos de azúcar, de abrazos de oso, de cuentos de hadas y princesas, con el apoyo de su fiel marido, incansable batallador de esta causa, persiguiendo verdades, hasta que lograron vencer las murallas y ganar el corazón de Sofía, ya sin reservas, libre para amar y para soñar.Con el tiempo , ese tierno corazón se llenó de flores , de mimos, de música y de perfumes
   Eran felices. Los tres.


   Un día desgraciado, salió a la luz un dictámen adverso y el juez se llevó a la niña.
   De ahí en más, los días de Susana se convirtieron en un rosario de misterios dolorosos.Todos trataban de ayudarla, familia, amigos, terapeuta, pero hiciese lo que hiciese, arrastraba con ella una suerte de desamparo, aullando a la vida y al destino.
   los trámites continuaban al ritmo lento de la justicia y era difícil encontrar pedazos de alegría.
   El tiempo pasaba, cruel y hambriento.
   Entre términos técnicos, apelaciones, abogados, idas y venidas se acercaban a una posible resolución favorable pero ella nadaba entre la pena, la rabia y el dolor, al borde de la locura.
   A veces, llegaban amigas, con gotas de cariño viejo pero la mujer estaba encerrada en el más puro desconsuelo. Su corazón  nunca se aquietaba, seguía acumulando pesares, se partía cada día y ella no sabía cómo pegarlo para seguir ...
   Un día y otro día y otro más.
   Las decisiones judiciales eran impredecibles, estaban a merced del ánimo de los distintos magistrados y en el medio, su niña, niña de mil quereres, tironeada, esperando resolvieran a quién pertenecía.


   Finalmente llegó la luz. Se fueron las tormentas y salió el fallo tan esperado. Les otorgaron la guardia permanente. Permanente quire decir PARA SIEMPRE.


   Fueron a buscarla. La trajeron primorosamente acicalada, tiñendo el aire de rojo con su mata de pelo rizado.
   Susana cayó de rodillads, en una muda plegaria de gracias a Dios y la niña y su madre se abrazaron como antes. Como siempre. Sofía dijo con su vocecita de pájaro herido -¡MAMA ! ¡ACA ESTOY !-


   La vida le deparó a Susana algunos cielos, pero éste fue su único paraíso.



   Este texto es una ficción, pero a medida que lo escribía sentía que muchas personas pasaban por esta tortura sin merecerlo.Pero lo más terrible es el sufrimiento de los niños. Quiero decirles a las muchas Susanas que lo fundamental es no tener miedo. El vínculo afectivo creado entre Susana y Sofía JAMAS moriría, porque el amor es para siempre. Recuerden esa preciosa leyenda china "El lazo rojo ", se podrá estirar, se podrá tensar pero jamás se romperá. Porque el amor ES MAS FUERTE.


                           María del Carmen.